Juan Andrés Fontaine y tarifas eléctricas: “Me sorprende un poco que recién el BC tome nota de esto, era algo perfectamente conocido"
El exministro de Sebastián Piñera, eso sí, ve con preocupación lo que considera son la falta de motores para impulsar un mayor crecimiento. También, muestra su discrepancia con parte del escenario del Banco Central en el reciente IPoM.
- T+
- T-
El Banco Central ha sido protagonista de la discusión económica en la última semana. Primero, con la decisión de reducir en 25 puntos base la Tasa de Política Monetaria (TPM) el martes, anticipando asimismo una pausa en los siguientes meses.
Luego el miércoles dio a conocer su Informe de Política Monetaria (IPoM) de junio, donde las principales novedades fueron la fuerte revisión al alza de la inflación esperada a fines de este año (de 3,8% a 4,2%), producto principalmente del efecto del reajuste de las tarifas eléctricas, que aportará 1,45 puntos porcentuales al IPC en un año plazo.
Si hay alguien que conoce de cerca el instituto emisor es Juan Andrés Fontaine. El economista de la UC y master en la disciplina de la U. de Chicago fue director de Estudios a fines de los 80 e históricamente su nombre ha sido mencionado cuando se abre un cupo al Consejo que le corresponda a la centro derecha.
"Me parece que el Banco Central sigue enfocando su análisis del ciclo económico chileno desde una perspectiva muy local y no toma en cuenta el hecho que la economía chilena está plenamente integrada al mundo, no solo en materia de comercio de bienes, sino que en lo financiero".
"He visto al ministro Marcel celebrar que la economía se ha estabilizado. Yo suscribo a eso"
"Creo que el Banco Central de Chile no debería tratar de marcar camino, ser pionero en la baja de tasas de interés".
Hoy dedicado a los directorios y asesorías a empresas a través de su consultora Strat, el exministro de Economía y Obras Públicas valora lo que considera una estabilización de la economía chilena, pero también tiene sus reparos.
"Sigo preocupado por la falta de motores más permanentes de crecimiento en Chile y el principal de esos motores, que es la inversión, cayó muy fuertemente. No entiendo las razones que llevan al Banco Central a suponer ahora un mejor desempeño de la formación bruta de capital fijo respecto de lo que pensaba tres meses atrás", señala, valorando los esfuerzos del Gobierno en materia de destrabar permisos para proyectos de inversión, pero pidiendo al Ejecutivo enfocarse también en ripios específicos en organismos como Monumentos Nacionales, la DGA y Directemar, entre otros.
- ¿Cuál es su evaluación del panorama económico actual?
- Primero, celebrar lo que han sido los avances muy macizos en el control de la inflación y en el restablecimiento de los equilibrios macroeconómicos, tarea en la cual el Banco Central ha sido protagónico y ha sido muy exitoso. Y que también obviamente ha tenido la colaboración del Gobierno a través de la política fiscal.
He visto, por ejemplo, al ministro Marcel celebrar el hecho que la economía se ha estabilizado. Yo suscribo eso, creo que eso lo ha hecho el país y también se ha estabilizado en materia financiera. Se ha estabilizado también en el terreno más político luego de los dos procesos constitucionales. Es algo que también se ha hecho en el resto de América Latina, en forma también muy eficiente, y obviamente lo han hecho los países desarrollados en controlar la inflación.
Hemos recuperado márgenes de estabilidad muy importantes y toda la discusión que plantea el IPoM creo que hay que enfocarla desde esa perspectiva. Hay pequeñas desviaciones, pero dentro de un camino hacia la estabilidad que creo que es digno de celebrar.
Ahora, dicho eso, quedo algo sorprendido con el análisis que hace el IPoM.
- ¿En qué sentido?
- Me parece que el Banco Central sigue enfocando su análisis del ciclo económico chileno desde una perspectiva muy local y no toma en cuenta el hecho que la economía chilena está plenamente integrada al mundo, no solo en materia de comercio de bienes, sino que en lo financiero. El mismo Banco Central recoge el hecho de que nuestro mercado de capitales, desgraciadamente por efecto de los retiros, redujo su liquidez y su tamaño. Además, lo tradicional era que la riqueza estuviera básicamente invertida en el país y hoy eso cambió totalmente. Entonces, eso nos hace estar extraordinariamente integrados y me parece que un análisis macroeconómico de Chile hoy es inseparable de lo que está pasando afuera.
- ¿Falta calibrar mejor las señales desde el exterior?
- El Banco Central, al tomar sus decisiones, por ejemplo, como la que tomó el martes, no puede sino partir el análisis y centrarlo en un análisis muy detallado de lo que está ocurriendo en el mundo y creo que los IPoM son someros en sus análisis de las condiciones externas.
- ¿Por qué nos está costando tanto llevar la inflación a la meta?
- A nivel local, se hace una gran cuestión respecto del alza de las tarifas eléctricas, pero yo diría que en Chile el principal problema que tenemos para bajar la inflación son presiones de costos que provienen de los salarios, que siguen creciendo a una tasa que no es compatible con la meta del 3% de inflación. En un país cuya productividad laboral crece casi cero, estamos hablando de una inflación salarial del orden de 6%.
En segundo lugar, está el dólar, que ha subido mucho. Es cierto que bajó unas semanas atrás cuando el precio del cobre se disparó. Ahora parece ir un poco de vuelta subiendo y eso tiene que ver principalmente con el diferencial de tasas de interés entre Chile y el resto del mundo, como ocurre en toda economía abierta.
Entonces, lo primero para evaluar el futuro de las tasas de interés es preguntarse qué va a hacer la Fed. Lo segundo, qué van a hacer países similares al nuestro, como por ejemplo el Banco Central de Brasil, que el miércoles mantuvo la tasa en 10,5%. Y esto porque la inflación, cuya meta también es 3% igual que Chile, se espera que a fin de año esté acercándose a 3,8%. Entonces, con 3,8% esperado a fin de año, Brasil mantiene la tasa. Creo que Chile se aceleró mucho.
Entonces, todo ese análisis tan centrado en lo local creo que ha llevado al Banco Central sistemáticamente a apurar el tranco más de la cuenta en bajar las tasas de interés, pero sobre todo en los anuncios.
- ¿Hay un problema de comunicación de la política monetaria?
- En el comunicado del martes se dice que el grueso de la rebaja de la tasa de interés prevista para este año ya ocurrió, pero a la vez se agrega que en el horizonte de política monetaria -vale decir, en los tres semestres adicionales que van más allá de este año- la tasa de interés se espera que siga bajando.
Uno entendería que lo que está diciendo es que vamos a postergar un poco la rebaja, pero ¿para qué dice eso? ¿Qué realmente hay detrás? Supongo que un supuesto de que en Estados Unidos las tasas de interés van a bajar más, que Brasil va a hacer eso. Está muy bien que lo diga y lo explique y lo analice, pero si no queda como una posición voluntarista que obviamente provoca presiones sobre el dólar.
Creo que el Banco Central de Chile y los demás bancos centrales han caído en una tendencia a cambiar su visión en base al último dato. O sea, han pasado a ser tremendamente data dependientes. Y eso no es lo que uno espera de un Banco Central. Uno espera un Banco Central que tenga una mirada de largo plazo o de mediano plazo. Eso ha creado esa sensación de volatilidad en las comunicaciones. Pero además, había una tendencia, creo yo, a tomar demasiado compromiso con anuncios y esos anuncios siempre dependientes del último dato.
- ¿La batalla por reducir la inflación no está ganada?
- Efectivamente no está ganada ni en Chile ni en el resto del mundo.
Si bien ha habido avances muy importantes, quiero insistir que donde estamos topando en este momento -y el Banco Central en su IPoM lo dice muy claramente- es en la inflación en los sectores de servicios, que está relativamente alta. Y eso tiene mucho que ver con una inflación salarial relativamente alta, cosa que el Banco Central sistemáticamente omite en su análisis y que no es así en los otros bancos centrales.
El otro obstáculo para bajar la inflación es el dólar. La tendencia alcista -más allá de su volatilidad- tiene que ver con el tema de tasas de interés, básicamente con una sensación que el Banco Central proyecta sistemáticamente de apurarse a bajar la tasa de interés, de adelantarse a otros bancos centrales importantes.
- Se ha generado un intenso debate sobre el efecto del alza de las tarifas eléctricas y si el Banco Central ponderó correctamente o no este factor. ¿Cómo lo ve?
- Lo de las tarifas eléctricas no es propiamente reflejo de algo nuevo, me sorprende un poco que el Banco Central recién tome nota de esto, era algo perfectamente conocido, que los precios habían quedado congelados y en algún momento iban a sincerarse.
Es cierto que la magnitud y la fecha exacta no eran conocidas, por lo que el Banco Central entonces alude en su IPoM que ahora sí tiene la información específica de acuerdo a la normativa, pero nadie le pide al Banco Central que haga sus proyecciones siempre con un fundamento legal. Entonces, esto era algo que en marzo pasado ya se sabía que iba a ocurrir.
Ahora, esta presión inflacionaria, en parte, se compensa con un subsidio a los consumidores de más bajo nivel de ingreso, lo cual el Banco Central menciona en un recuadro del IPoM.
- ¿Cuánto cree que debiera durar la pausa en el ciclo de bajas de tasa?
- ¿Cuánto tiempo se va a demorar el banco central de Estados Unidos en bajar su tasa? Esa es la pregunta relevante que viene en septiembre. La última señal del Fed es que habría solamente una baja este año. Yo tiendo a pensar que es posible que haya dos, porque es probable que la economía de Estados Unidos se desacelere más de lo que se ha estado planteando en la confianza y gasto de los consumidores.
Ahora, el Banco Central chileno tiene que cuidar que la Tasa de Política Monetaria no puede ser equivalente a la de Estados Unidos. Hoy estamos solamente a 25 puntos base de distancia respecto del techo de la banda que usa el Fed. Brasil está en 10,5%.
Creo que el Banco Central de Chile no debería tratar de marcar camino, ser pionero en la baja de tasas de interés. Yo me iría con el grupo para efectos de no introducir presiones sobre el dólar que después se traducen en inflación. Afortunadamente, pese a que el dólar ha subido, la inflación de bienes -que es la que más recoge ese factor- está bien moderada.
- ¿Cuánto ayuda a la economía el fuerte alza del precio del cobre? El IPoM dice que impulsará el PIB y la inversión.
- Si eso ocurriera, que el cobre subiera mucho y el dólar tendiera a bajar fuerte, eso le permitiría más manejo al Banco Central para bajar la tasa de interés más rápido, pero me permito dudar de eso porque veo que Estados Unidos lo más probable es que se desacelere, y a China lo veo bastante desacelerado. Ambos factores limitan un alza importante del precio del cobre. No me la jugaría en este momento a un cobre al alza, particularmente por China.
"Lo que se aprobó era mejor que lo original": su reflexión a una década del acuerdo por la reforma tributaria
- ¿Qué reflexión hace a una década del acuerdo para destrabar la reforma tributaria del segundo Gobierno de Michelle Bachelet? Usted fue uno de los protagonistas en materia técnica.
- Ese protocolo se firma en el Senado después de que el proyecto original del Gobierno había sido aprobado en tiempo récord en la Cámara de Diputados. Ese proyecto en la práctica subía la tasa de impuesto sobre las rentas de capital desde un 20% al 35%, ya sea que hubiese distribución de esas utilidades o reinversión de ellas. Eso era simplemente letal para el ahorro empresarial y, en consecuencia, para la inversión.
Entonces, se hizo el esfuerzo técnico para cambiar ese proyecto ya aprobado en la Cámara de Diputados, partiendo de ese 35% hacia abajo y se llegó hasta el 27%. Personalmente, yo nunca acepté el 27%, siempre traté de que fuera más bajo, tenía en mente un 25%. Bueno, esto fue una negociación política al final en la cual participaron básicamente los senadores de RN y la UDI con el ministro Arenas.
Ahora, sigo pensando que lo que se aprobó es mucho mejor que lo que tenía el proyecto originalmente, que era la tasa del 35%. Aprobar un 27% era malo comparado con el 20%, pero mejor que el 35% que tenía el proyecto original. Desgraciadamente no se bajó más allá del 27% en ese momento.
- Hacienda se ha abierto a bajar la tasa de impuesto corporativo incluso al 23%.
- Lo celebro. Más allá de los números específicos, lo que sería muy positivo es que hubiera un calendario de reducción. Probablemente tiene que ser bastante gradual por las necesidades fiscales. Los países normalmente cuando hacen estas reformas las hacen en un proceso largo, digamos diez años. Reducir la tasa a un 23% tendría un efecto muy favorable en promover el emprendimiento, la innovación, la inversión y la productividad, que son las grandes fuentes de crecimiento para Chile.
- ¿Cómo cree que se puede destrabar el proyecto de cumplimiento tributario?
- Se ha realizado una gran inversión de tiempos políticos, tanto del Gobierno como del Parlamento, en la discusión de este proyecto. Yo me pregunto si es tan prioritario de verdad. Ya en la reforma tributaria del 2014 se hicieron cambios importantes, se creó la Norma Antielusión. ¿Es necesario realmente cambiar eso? ¿O es más bien que la administración tributaria en Chile no es suficientemente eficaz en combatir la elusión?
Ahora, estoy abierto obviamente a que se me convenza de que hay cambios tributarios de real importancia. Comparto plenamente el objetivo de combatir la evasión y la elusión.